Producto de
una violación y una madre alcohólica quien por cierto la odiaba, la infancia de
Leonarda no fue nada fácil, de hecho
intentó suicidarse 2 veces. En 1917 se
casó con Raffaele Pansardi a pesar
de la desaprobación de sus padres y según Leonarda, su madre la maldijo.
A pesar de que Leonarda
tuvo17 veces embarazos, perdió a 3 de sus hijos en “abortos
involuntarios”, 10 murieron durante sus niñez y solo le sobrevivieron 4; lo
que sin lugar a dudas, la llevó a creer tanto en la maldición de su madre como
en las palabras que le había dicho un advino, quien le advirtió que se casaría
y tendría hijos, pero que todos terminarían muertos.
En 1939, cuando supo que su hijo favorito, Giuseppe, se enlistaría en el ejército italiano para pelear en la Segunda Guerra Mundial, decidió que su
obligación era protegerlo a toda costa por lo que su mente retorcida concluyó que
la única manera de asegurar la vida de su descendencia era realizando
sacrificios humanos.
En el pueblo de Correggio, Italia,
Leonarda era conocida por ser una buena madre y por ser muy trabajadora, se
dedicaba a hacer jabones. Entre 1939 y 1940 acabó con la vida de 3 mujeres a la
cuales engañaba haciéndose pasar por una adivina para después drogarlas y
deshacerse del cuerpo de la manera más enferma…
“Coloqué
los trozos en una olla, usé siete kilogramos de soda cáustica, la misma que
usaba para hacer jabón. Lo mezclé hasta disolver, era una papilla espesa,
oscura, que vertí en varios recipientes y después arrojé a una fosa séptica.
Había guardado toda la sangre en una vasija, esperé hasta que se coaguló, la
metí al horno, la molí y mezclé con harina, azúcar, huevo, chocolate y
mantequilla para hacer unas deliciosas galletas para el té. Hice un montón de
galletas crujientes que después serví a mis visitas, aunque Giuseppe y yo
también comimos”.
(Leonarda
Cianciulli)
Faustina Cetti, Clementina Soavi y Virginia Cacioppo fueran sus 3 víctimas de Leonarda quien fue sentenciada a 10 años de cárcel y 3 más en un asilo mental. Con tan solo 3 víctimas, es considerada una de las asesinas más frías y calculadoras de la historia.
Samantha Aguilar
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