DESCUBRE MÉXICO
Se
trata de una de las tradiciones antiguas más impresionantes que hoy en día se
sigue realizando y aunque es 100% mexicana, se ha difundido por todo el mundo.
Los voladores han llegado a presentarse en diferentes países como: Estados
Unidos, España, Francia, Japón y Rusia; además, en el 2009 fue nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad por la Unesco.
Resulta
realmente extraordinario ver a 4 hombres literalmente "volando" de un
poste de 30 metros, asegurados solamente por una cuerda atada alrededor de sus
cinturas, pero es aún más impresionante ver al Caporal, es decir el músico,
quien tocando un tambor y una flauta se balancea sobre una plataforma estrecha
sin ningún tipo de seguridad.
Por
si esto fuera poco, el Caporal no sólo es el encargado de crear la música sino
que también es parte de la danza. Se eleva para hacer frente a los 4 puntos cardinales,
se inclina y abre los brazos, mantiene el balance con un solo pie al mismo
tiempo que toca la flauta y el tambor… Cada uno de sus movimientos, te cautivan
y quitan el aliento ya que cualquier error podría costarle la vida.
Desgraciadamente
no se sabe el origen de esta tradición ya que durante la conquista, los
españoles destruyeron muchos de los documentos y códices, sin embargo algunas
costumbres permanecieron gracias a los relatos orales y a los materiales
escritos realizados por los cronistas, quienes describieron esta danza como un
juego.
Un
mito Totonaca cuenta…
Hace
mucho tiempo, una gran sequía afectó las tierras por lo que tanto el agua como
los alimentos escasearon. Al ver la terrible situación, 5 jóvenes decidieron
que debían enviar un mensaje a Xipe
Totec (Dios de la fertilidad) para que las lluvias volvieran, por lo que se
adentraron al bosque en busca del árbol más alto y recto.
Cuando
encontraron el árbol que cumplía con las características deseadas, los muchachos
pasaron la noche con él, ayunando y rogando para que el árbol les ayudara en su
propósito; cuando amaneció, los bendijeron, lo cortaron y lo llevaron a su aldea.
Una
vez que encontraron el lugar ideal para su ritual, despojaron al árbol de sus
hojas y ramas, y cavaron un agujero para fijarlo verticalmente. Los hombres
adornaron sus cuerpos con plumas y amarraron sus cinturas con cuerdas para
asegurase al poste, fue así como presentaron sus súplicas al Dios, volando con
el sonido de la flauta y del tambor.
Tal
parece que el rito tuvo buenos resultados ya que a partir de entonces esta celebración
comenzó a realizarse cada año al inicio de la primavera, para esperar una buena
fertilidad. Cabe mencionar que durante esta danza, la fertilidad es
representada mediante el descenso de los danzantes, ya que esto simboliza la
caída de la lluvia.
Samantha Aguilar
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