7 MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO
Aproximadamente
en el año 290 a.C. Beroso, un
sacerdote babilónico, describió por primera vez los jardines y aunque sus
libros sólo son conocidos por citas de autores posteriores, los Jardines
colgantes forman parte de las Siete
Maravillas del Mundo Antiguo.
Actualmente existen 2 teorías sobre su
construcción:
La
más difundida es la que se le atribuyen a Nabucodonosor
II (rey durante el Imperio Neobabilónico) quien en el siglo VI a.C. los
mandó construir como obsequio para su esposa Amytys, quien añoraba el verdor de sus tierras natales. Aunque
estos maravillosos jardines son atribuidos a Babilonia, la verdad es que no
existe ningún texto babilónico que los mencione.
La
otra hipótesis le adjudica la obra a la reina
asiria Semíramis o Shammuramat,
durante el siglo IX a.C.
Según
las crónicas conocidas, los jardines colgantes de Babilonia eran una edificación
compuesta por terrazas escalonadas, las cuales contenían la tierra en donde se
plantaban árboles, flores y arbustos; en la parte superior, una gran cisterna
de agua regaba todas las flores e incluso creaba pequeños riachuelos y cascadas.
"Consta de
terrazas abovedadas una encima de otra y descansan sobre pilares en forma
cuadrada. Estos son huecos y llenos de tierra para permitir que árboles de
tamaño más grande puedan plantarse. Los pilares, las bóvedas y las terrazas
están construidas con ladrillo cocido y asfalto.”
(Estrabón, geógrafo griego)
Cabe
mencionar que hasta el día de hoy, no hay evidencia arqueológica que confirme
ni la ubicación ni la existencia de los jardines; debido a esto, ha surgido una
controversia en cuanto si los jardines fueron reales o simplemente son una
creación poética.
Samantha Aguilar