Se trata de un objeto étnico, ya que es originario de uno de los pueblos nativos de América del Norte el pueblo ojibwa, compuesto por un aro circular sobre el que se teje una red en forma de telaraña, y que suele estar decorado con plumas y cuentas.
Algunas personas le otorgan propiedades mágicas relacionadas con los sueños, y los usan como amuleto o talismán de protección. En lengua ojibwa, se llama asabikeshiinh, que significa “araña”, o bawaajige nagwaagan, que se traduce como “trampa o cepo de sueños”.
Para los ojibwa, un atrapasueños es un objeto capaz de filtrar los sueños dejando pasar solamente los sueños positivos, mientras que los malos quedan atrapados en la red y desaparecen con la primera luz del alba. Sin embargo, para el pueblo lakota los atrapasueños funcionan al revés, dejando pasar las pesadillas a través de la red mientras que los sueños buenos quedan atrapados en los hilos y se deslizan por las plumas hasta la persona que está durmiendo debajo.
En algunas ocasiones, hay personas que le otorgan un significado diferente, pues interpretan la palabra “sueños” en el sentido de ‘aspiraciones’ y ‘anhelos’, de modo que creen que los atrapasueños ayudan a conseguir lo que uno se propone
Cada una de sus secciones tiene un significado. El aro circular simboliza la Madre Tierra y todo lo que sustenta la vida, pero a su vez representa el flujo continuo de la vida, ya que no tiene principio ni fin.
El círculo en el centro de la red es su corazón y es donde se filtran los buenos sueños y visiones. Algunas culturas creen que las cuentas representan a las arañas, mientras que otras dicen que las cuentas son la forma física de los buenos sueños que no lograron atravesar la red. Por su parte las plumas que cuelgan hacia abajo simbolizan los sueños que no recordamos al despertar.
Samantha Aguilar
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