miércoles, 8 de julio de 2015

CAPILLA SIXTINA: Historia


Diseñada por Baccio Pontelli y construida por el arquitecto Giovanni de Dolci, sin lugar a dudas la Capilla Sixtina es la capilla más famosa del mundo.

Comenzó a construirse en 1475 y se terminó 8 años después (1483), bajo el papado de Sixto IV della Rovere (1471 – 1484); cabe mencionar que fue precisamente por él por lo que se le nombró así.

Aunque arquitectónicamente no tiene nada de espectacular, sus dimensiones 40.93 m de largo por 13.41 m de ancho (las medidas exactas del Templo de Salomón según el Antiguo Testamento) y una altura interior de 20.70 m, es la decoración la que ha hecho de la Capilla Sixtina toda una obra de arte.


"Los frescos que aquí contemplamos nos introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación. Las verdades de nuestra fe nos hablan desde cada lugar. De ellas, el genio humano ha sacado la inspiración empeñándose en revestirlas de formas de una belleza inigualable."
(Juan Pablo II)

La decoración que se le hizo durante el siglo XV fue: las falsas cortinas, las Historias de Moisés y de Cristo y los retratos de los Pontífices; los encargado de realizarlos fueron: Cosimo Rosselli, Domenico Ghirlandaio, Pietro Perugino y Sandro Botticelli.  Los frescos se pintaron entre 1481 y 1482; durante este siglo también se hicieron varias obras en mármol: el tranqueo, el coro y el escudo pontificio.

Después de años de construcción, finalmente el 15 de agosto de 1483 el Papa Sixto IV consagró la nueva capilla. Durante 25 años, no sufrió modificación alguna pero en 1508 el Papa Julio II della Rovere (1503 - 1513), decidió que eran necesarias más decoraciones por lo que le encargó a Miguel Ángel Buonarroti (arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista 1475 – 1564) que se hiciera cargo del proyecto.

Miguel Ángel trabajó arduamente y finalmente en octubre de 1512 terminó las pinturas de la bóveda y los lunetos, en las que representó las Historias del Génesis (desde la creación del hombre hasta la expulsión del paraíso, el diluvio y la familia de Noé). Julio II inauguró la capilla el 1 de noviembre del mismos año con una misa solemne.

21 años después, el Papa Clemente VII de' Medici (1523 - 1534) encargó a Miguel Ángel una nueva modificación a la decoración, en esta ocasión le pidió que pintara el Juicio Final en la pared del altar; ocasionando así que se perdieran para siempre algunos de los frescos del siglo XV. Este fresco se comenzó en 1536 y se concluyó en 1541, bajo el papado de Pablo III.

A mediados del siglo XVI se restauraron los frescos de la pared de entrada, los cuales habían sufrido grandes daños durante la caída de la puerta en 1522. Entre 1979 y 1999 todos los frescos de la Capilla Sixtina fueron restaurados.

"La Capilla Sixtina es el lugar que para todo Papa encierra el recuerdo de un día especial de su vida... Justamente en este sitio, en este espacio sagrado, se recogen los Cardenales, en espera de la manifestación de la voluntad de Cristo con respecto al Sucesor de San Pedro.”
(Juan Pablo II)


Samantha Aguilar

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