Se trata de un trastorno que consiste en la incapacidad para establecer vínculos emocionales profundos y duraderos con otro individuo, por lo que las personas que lo “padecen” actúan emocionalmente como unos “escapistas”, de allí su nombre, ya que se van sin dar explicaciones.
Esta práctica tiene fuertes consecuencias a nivel social y emocional para ambas partes involucradas. La persona escapista no logra crear redes de apoyo, ni relaciones sanas porque no cuenta con la inteligencia emocional adecuada; por otro lado las víctimas de este supuesto síndrome sufren una especie de abandono llegando a experimentar ansiedad y culpabilidad.
Según expertos las personas que lo “padecen” tienden a evitar cualquier sentimiento de apego emocional debido a inseguridades, miedo al compromiso y por no tener las herramientas necesarias para la resolución de conflictos, su mayor temor es perder la libertad.
Es importante comentar que el Houdini no solamente se da en relaciones de pareja, también se puede presentar en contextos laborales, familiares o de amistad; sucede cuando dejamos de saber sobre las personas de un momento a otro y sin ninguna explicación.
Cabe mencionar que este supuesto “síndrome” no está catalogado como tal en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) al igual que el de Proscuto (Leer más…) y el de Peter Pan (Leer más…).
Samantha Aguilar
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