Todos, absolutamente todos hemos utilizado los baños públicos y hemos constatado que en la mayoría de los casos las puertas no llegan hasta el suelo y queda un hueco que permite que se vean los pies pero, alguna vez te has preguntado el porqué de su diseño…
Resulta que son varias las razones:
Circulación de aire: la mejor circulación de aire es esencial en cualquier baño por lo que las puertas permiten una ventilación constante y evita que los malos olores queden atrapados en los cubículos.
Ecología: al requerir menos material, resulta una opción sustentable para el medio ambiente.
Economía: las puertas de estas características tienen un tamaño universal, de manera que no es necesario fabricarlas a medida y su precio es más bajo.
Eficiencia: la visibilidad de los cubículos permite que las personas en la fila vean rápidamente si está ocupado o libre.
Emergencias: en lugar de necesitar derribar una puerta, el espacio en la parte inferior permite un acceso rápido y eficaz, marcando la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones críticas.
Limpieza más sencilla: con espacio en la parte inferior, los baños son más accesibles para una limpieza eficiente ya que no es necesario ir abriendo cada uno sino que se puede deslizar el trapeador por el hueco.
Malos usos: el espacio entre la puerta y el suelo reduce las conductas inadecuadas como la práctica de sexo, el consumo de drogas y/o vandalizar, ya que es posible intuir lo que sucede en el interior.
Seguridad: si el cerrojo falla, es más viable que la persona que se encuentra en el interior mantenga la calma y no entre en pánico, además que puede salir fácilmente por la parte superior o inferior.
Samantha Aguilar
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