En el fondo del lago de Constanza, Suiza, se encuentran unas alineaciones de piedra con forma de hombre, que se calcula tienen 5.500 años de antigüedad. Esta reliquia del Neolítico, se encuentra colocada a una profundidad de casi 5 metro.
Descubiertas en el 2015, en un inicio se pensó que se trataba de una acumulación natural, sin embargo los expertos han descubierto que éstas solo pudieron llegar ahí gracias a la acción humana.
Hasta el momento, no ha sido posible identificar qué representan o para qué fueron utilizadas originalmente. Algunos arqueólogos sugieren que podría tratarse de un lugar de enterramiento, o quizás era una forma de señalizar una ruta de transporte. Los expertos creen que cuando las piedras se colocaron por primera vez estaban a lo largo de la costa o en zonas muy poco profundas.
Aún hoy en día, su propósito y construcción siguen siendo un misterio aunque existen varias similitudes con el monumento británico en Wiltshire, de allí que se le conozca como el Stonehenge submarino.
Samantha Aguilar
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