El término “BDSM” proviene de sus siglas en
inglés: Bondage (esclavitud),
Domination (dominación), Discipline
(disciplina), Submission (sumisión), Sadism (sadismo) y Masochism
(masoquismo); se trata de
una serie de prácticas y fantasías eróticas de juego de roles, donde hay una
persona que domina a otra.
Bondage:
término que se utiliza para referirse a la sujeción por medio de ataduras como esposas,
pañuelos y cadenas.
Discipline: hace referencia a castigos, es
decir flagelación erótica con la mano o con algún instrumento.
Domination: se trata del rol dominante que
adopta una persona mandando y disponiendo lo que hay que realizar.
Submission: es el rol sumiso que queda bajo la
voluntad del dominante.
Sadism: es aquella práctica erótica
mediante la cual alguien obtiene placer humillando, incomodando o
causando dolor al otro.
Masochism: dentro de la práctica erótica la
persona obtiene placer experimentando ser humillada, incomodada o recibiendo
dolor de otra.
El BDSM no se refiere a un hecho en
concreto de echo, es tan amplio como las fantasías sexuales de cada
persona por lo que se podría decir que son innumerables las
prácticas relacionadas con el BDSM sin embargo hay que
destacar que cualquier iniciativa debe ser voluntaria, por iniciativa propia y
sobre todo tener la máxima confianza con tu pareja.
Es importante mencionar que para cualquiera que se embarque
en cualquier práctica BDSM es
necesario contar con una palabra de seguridad la cual servirá
para indicar cuando queremos que detengan lo que esta ocurriendo. La palabra de
seguridad debe ser fácil de recordar y de pronunciar, ya que el sumiso debe de
ser capaz de decirla en cualquier
momento.
Samantha Aguilar
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