Nacido en 1946 y rechazado por su propia madre al ser un hijo
ilegítimo, Ted creció en casa de su abuelo, un hombre violento que golpeaba a
su mujer. Su infancia no fue fácil y muy pronto, comenzó a mostrar señales de
desapego, tenía una marcada tendencia a la soledad y adopta un cruel y extraño
comportamiento hacia cuanto le rodea, por ejemplo, mutilando los animales que
atrapa.
Durante su etapa como estudiante y decepcionado de una sociedad en la
que simplemente no encajaba, inicia su vida de asesino en serie. Su primer
crimen (1974) golpeó y violó con la pata de su cama a Joni Lenz, una joven de 18 años de edad, quien desarrolló un
trastorno cerebral durante toda su vida; un mes después golpeó y secuestró a Lynda Ann de quien no se supo nada
hasta un año después, cuando sus restos fueron encontrados.
Su modus operandi consistía en: pasearse por los campus universitarios
con muletas o con el brazo en cabestrillo, y cuando veía a alguna chica que se
pareciera a Stephanie Brooks (su
primer amor) dejaba car sus libros, por supuesto la pobres jóvenes no dudaban
en ayudarlo y le acompañaban hasta su coche. Era entonces cuando Bundy las golpeaba con una palanca e iniciaba
la pesadilla, las estrangulaba y las golpeaba y una vez muertas las sodomizaba (penetraba analmente) ya
fuera con el miembro o con cualquier objeto que tuviera a la mano mientras
mordía sus cuerpos.
Su sorprendente habilidad para
cambiar su imagen y evadir las pistas de la policía, le permitieron seguir con
sus asesinatos durante varios meses. El 8 de noviembre de 1974 fue arrestado en Utah, luego de ser
identificado por una mujer a quien había intentado secuestrar sin embargo,
antes de ser encerrado logró escapar y aunque ahora ya se contaba con un retrato
hablado de él, logró desaparecer durante casi un año; tiempo durante el cual continuó
con su ola de asesinatos.
Finalmente el 16 de agosto de
1975 es detenido en Florida sin embargo en enero de 1977, tras ser enjuiciado, logró escapar de la cárcel y
huyó a Chicago. Una vez más, el asesino estaba en las calles…
No fue hasta 1979 cuando por fin Bundy
fue juzgado por los asesinatos y fue la prueba aportada por un odontólogo
forense, quien al comparar las marcas de unos mordiscos en uno de los cadáveres
con los dientes de Bundy, la que
definió su condena al demostrar que coincidían. Después de 6 horas de
deliberación, el jurado lo declaró culpable de 14 homicidios de primer grado y
lo condenó a la pena de muerte. Fue ejecutado el 24 de enero de 1989 en la silla eléctrica.
Cabe mencionar que las autoridades jamás pudieron determinar la cifra
exacta de víctimas aunque llegó a confesar cerca de 30 asesinatos.
Samantha Aguilar