No existe ciudad ni pueblo,
alrededor del mundo, que no cuente con su propia historia de fantasmas y que no
tenga su casa embrujada, aquella que de pequeños y no tan pequeños nos asusta y
hace volar nuestra imaginación, creando así una serie de historias que a lo
largo de los años se toman como reales. Sin embargo, no todas estas
historias son inventadas y una de ellas pertenecientes a la Ciudad de México es
la del Palacio de Lecumberri…
Ubicado al noreste del Centro de la Ciudad de
México, en la Delegación Venustiano Carranza a espaldas del Palacio Legislativo
de San Lázaro, Lecumberri es
conocido actualmente como el Archivo
General de la Nación, sin embargo antes de eso era conocido por ser una
prisión de máxima seguridad la cual, también era llamada “Palacio Negro”.
Inaugurado el 29 de septiembre de 1900 por Porfirio Díaz y siendo un penitenciaría
hasta 1976, el Palacio de Lecumberri
es uno de los lugares con mayor número de historias de fantasmas y apariciones.
Se supone que la cárcel tenía una capacidad de
740 reos sin embargo, llegó a tener hasta 5 mil prisioneros, por lo que más de
15 personas en celdas de menos de 3 metros cuadrados dormían parados y amarrados a las paredes.
El área más temida por los reos era la celda de castigo conocida como “El
Apando”, donde pasaban encerrados hasta semanas enteras, con un mínimo de
alimento, sin luz, sin agua, sin ventilación y sin baño.
Fueron los mismos presos quienes contaban terribles
historias sobre el lugar: torturas, desapariciones y asesinatos; de allí que se
le conociera como el “Palacio Negro”. Lecumberri
dejó de ser una prisión el 27 de agosto de 1976 sin embargo, las historias
continuaron, de hecho la gente asegura que el sitio está lleno de almas en pena.
Se dice que cuando el edificio fue remodelado,
se encontraron huesos humanos enterrados cerca de las salidas. Se menciona la
aparición de un Charro Negro en el auditorio del Palacio,; se escuchan
gritos, lamentos y ruidos extraños.
Samantha
Aguilar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario