Se
trata de una instalación del 2003 del artista danés, Olafur Eliasson, quien es conocido no sólo por sus esculturas e
instalaciones a gran escala, sino por el hecho de que utiliza materiales como
la luz y el agua para crear sus obras, pero también debido a que juega con los
elementos con la finalidad de sorprender al espectador.
El
proyecto gira en torno a la tradicional percepción británica del tiempo, en
donde dominan los días lluviosos, y según el propio artista, el tema del clima es
la conversación más frecuente que tienen los ingleses por lo que en este “Proyecto de Clima” Olafur logra crear un ambiente artificial…
Un
enorme “Sol” domina el atrio principal del museo (sala de turbinas) y una fina niebla impregna el espacio. Durante
todo el día, la niebla se acumula formando algunas “nubes” antes de disiparse, lo
cual provoca que las miradas se dirijan hacia arriba revelando que el techo ha
desaparecido y ha sido sustituido por un reflejo del espacio de abajo. En el
otro extremo de la sala se encuentran ubicadas, en forma semicircular, cientos de
lámparas de mono frecuencia las cuales forman precisamente el “Sol” e inundan
la totalidad del espacio con su luz anaranjada.
Esta
instalación, ubicada en la sala de
turbinas del Tate Modern (Londres)
produce en los visitantes una sensación de tranquilidad y paz que hace que se
sienten o se acuesten en el suelo mientras se ven reflejados en el gigante
espejo que abarca la totalidad del techo y disfrutan de este maravilloso clima.
Samantha Aguilar
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