A través de los siglos, la historia de la
antigua Atlántida ha sido motivo de fascinación ya que es considerada uno de
los grandes mitos o misterios de la humanidad, y aún en día se debate sobre su
ubicación y su existencia.
Se supo de este “continente”, por primera vez,
gracias a los diálogos del filósofo griego Platón
alrededor del año 355–360 a.C.; sin embargo, él basó sus deducciones e
investigaciones en un antiguo papiro.
En el sigo VI a.C., aproximadamente 500 años
antes de los diálogos de Platón, el legislador e historiador ateniense Solón viajó a Egipto en donde un
sacerdote estaba traduciendo, del egipcio al griego, unos papiros en donde se
hablaba de estas misteriosas tierras; para ese entonces, el papiro ya tenía en
una antigüedad de 9 mil años.
Según los papiros…
Poseidón, Dios de los mares, se enamoró de la mortal Cleito, hija de Evenor y Leucipe, que vivía en estas tierras y con la que tuvo varios hijos, al más
grande de todos lo nombraron Atlas,
de quien cabe mencionar proviene el nombre de Atlantis que en griego significa
isla de Atlas.
Antes de continuar con la historia, tenemos que
regresar a un pasado aún más lejano, cuando los Dioses se dividieron las tierras
a Poseidón le tocó, para su agrado,
las tierras de Atlantis ubicadas supuestamente en el Océano Atlántico, en algún
lugar al oeste del estrecho de Gibraltar.
Actualmente la historia del papiro en donde se
dice que Poseidón junto con su amada
y sus hijos fueron quienes poblaron y nombraron estas tierras, es considerada
un mito y algunos científicos aseguran que no tiene bases históricas.
Continuando con los papiros…
La historia describe a la Atlántida como a un
gran número de islas, las cuales fueron repartidas entre Atlas y sus hermanos para ser gobernadas y en donde Atlantis era
su centro de poder; cabe mencionar que Atlas
recibió la mayor parte y más autoridad sobre sus hermanos.
Se dice que la montaña en donde vivía Cleito, tallada por el mismísimo Poseidón, tenía la forma de un gran
palacio con anillos concéntricos de tierra, paredes y canales que se extendían
desde su centro y se unían con otros sistemas de canales. Los atlantes son
descritos como una potencia naval que poseía máquinas voladoras.
Cada uno
de los hermanos, considerados Reyes, tenía el control absoluto en su territorio
y existía el acuerdo que entre ellos nunca y por ningún motivo utilizarían las
armas el uno contra el otro, sino al contrario, debían apoyarse en todo.
Los
atlantes vivieron en paz durante muchos años, pero al verse convertidos en una
poderosa potencia, se dieron cuenta que podían llegar a conquistar Egipto,
Grecia y el resto del Mediterráneo.
Cuando Zeus se dio cuenta de sus malévolos
planes, convocó a los Dioses para deliberar sobre el futuro de esta nación.
Finalmente se llegó a la conclusión de que la Atlántida debía de ser castigada.
Zeus provocó un fuerte terremoto que en tan sólo un día, borró de la faz de la tierra
la Atlántida hundiéndola en el Océano Atlántico. Fue así como los Dioses
castigaron la soberbia atlante, ya que no sólo la tierra se hundió sino que su
gente y toda memoria de su existencia, fueron borradas de la historia de la
humanidad.
Este
papiro es el único registro antiguo que se tiene sobre la Atlántida, sin embargo
al momento de la traducción la historia se modificó un poco, Solón la condensó y Platón lo hizo aún más, incluso la convirtió en una parábola… “una civilización, cegada por su
propio poder y esplendor, desafió a los mismos dioses, por lo que fue destruida
en un día y una noche…” Y si tomamos en cuenta que a lo largo
de los años el tiempo va haciendo sus estragos, podemos asegurar que ésta es
una pequeña versión del MITO DE LA ATLÁNTIDA.
Samantha Aguilar
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