“Creamos
o no en la supervivencia de la consciencia después de la muerte, la
reencarnación y el karma, tiene una implicación muy seria para nuestro
comportamiento.”
(Stanislav Grof)
La
palabra karma proviene del sánscrito
y significa “acción”, se refiere a nuestras acciones físicas (actos), verbales
(palabras) y mentales (pensamientos) las cuales dejan huella en nuestra mente y
con el tiempo producen resultados; se trata de un término utilizado en el budismo,
hinduismo y jainismo para referirse a la energía que se produce por cada una de
las acciones realizadas y que condicionarán cada una de sus reencarnaciones
hasta lograr la perfección.
Por
ejemplo, según el budismo el sufrimiento de las personas es consecuencia de sus
numerosas malas acciones en vidas pasadas y la única manera de llegar a
purificarse y conseguir la felicidad es dejar de aferrarse a ellos mismos, es
decir dejar de ser egoístas y pensar en los demás. Las buenas acciones son
aquellas que les traerán felicidad en el futuro mientras que las malas acciones,
provocan sufrimiento; precisamente a esto se refiere la ley del karma.
La
ley del karma es un ejemplo claro de
la ley de causa y efecto que establece
que las acciones son causas, mientras que las experiencias son sus efectos. La ley del karma explica el por qué cada
individuo es único e irrepetible ya que sus acciones no sólo determinarán su
estado mental y sus experiencias vividas, sino también su apariencia física; ya
que cada ser posee su propio karma individual.
“Las
cosas no ocurren por casualidad en este mundo de surgir y desaparecer. No
vivimos en una especie de universo loco y accidental. Las cosas ocurren de
acuerdo a ciertas leyes, leyes de la naturaleza. Leyes como la ley del karma,
la cual nos enseña que debido a que se sembró una semilla, un fruto saldrá.”
(Sharon Salzberg)
Samantha Aguilar
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