El origen de esta tradición
decembrina tan especial, sigue siendo confusa y la verdad es que aún hoy en día
no se sabe a ciencia cierta de donde proviene:
1.-
Existe una antigua creencia germana que dice que un árbol gigantesco es el que
sostiene al mundo y sus ramas sostienen las estrellas, el sol y la luna. Se
dice que cuando el cristianismo llegó a tierras europeas, decidieron aprovechar
ciertas costumbres para facilitar la evangelización por lo que tomaron esta
costumbre y cambiaron por completo su significado al actual.
2.-
Una leyenda situada en Inglaterra del siglo XVIII, bajo el reinado de Jorge III cuenta que su esposa, la Reina Carlota quien se caracterizaba
por su generosidad y bondad, decidió colocar en 1765 en uno de los salones del
palacio, un árbol de Pascua adornado con guirnaldas, luces, juguetes y toda
clase de regalos.
3.-
También se dice que entre los años 680 y 754 d.C. San Bonifacio, santo y mártir inglés, sembró en Alemania el primero
pino como símbolo del amor eterno de Dios y así remplazar el roble que
representaba a Odín (el “padre
de todos” según la mitología escandinava). Según la historia, lo adornó con
manzanas, simbolizando así el pecado original y las tentaciones, y con velas
para representar la luz de Jesús, la luz del mundo. Con el transcurso del
tiempo, estos adornos se fueron transformando hasta llegar a las esferas del
día de hoy.
4.-
Existe una leyenda que cuenta que hace mucho pero mucho tiempo, vivía en
Alsacia, Francia, un sacerdote muy generoso que acostumbraba repartir a los
pobres alimento, ropa y dinero que recolectaba durante todo el año. Fue un día,
mientras preparaba los paquetes que repartiría, que se le ocurrió colgarlos en
las ramas de un abeto próximo a la Iglesia, para que así los menos afortunados
pudieran recogerlos al mismo tiempo que admiraban las estrellas y cantaban
cánticos religiosos. Se dice que fue tan agradable la velada, que a partir de
entonces se acostumbró utilizar el árbol como el centro de las fiestas
navideñas.
5.-
Otra leyenda narra que durante una
noche fría de invierno, un niño buscó posada en la cabaña de un leñador y su
esposa, el matrimonio se mostró muy amable con él ya que además de ofrecerla
refugió, lo alimentaron. Cuentan que durante la noche, el niño se convirtió en
un ángel vestido de oro ya que en realidad se trataba de Jesús, el hijo de
Dios, quien a modo de agradecimiento les regaló a los ancianos una rama y les
ordenó que la plantaran ya que de ella saldría un hermoso pino que daría frutos cada año. El
matrimonio hizo como se les mandó y para su sorpresa… ¡Así fue! Cada año para
Navidad el pino dio manzanas de oro y nueces de plata.
6.- Por su parte la Iglesia católica cuenta que en
la antigüedad, algunas culturas paganas
acostumbraban celebrar el 25 de diciembre el nacimiento del hijo de la Madre de
los Cielos, el cual era asociado con Nimrod
(monarca de Mesopotamia) y su Dios
del Sol. Además, comentan que Semiramis
(Reina de la antigua Asiria) creía que fue en este día cuando un misterioso
árbol, siempre verde, brotó en Babilonia durante una noche muy seca y que
Nimrod volvería cada año en la misma fecha y a la misma hora, para dejar
regalos en el árbol. Para facilitar la conversión de los paganos, la Iglesia
decidió establecer el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús,
manteniendo algunas de sus tradiciones como la del árbol lleno de regalos.
7.- Otra teoría afirma que dicha tradición
proviene de los celtas, quienes
solían representar a sus Dioses con ciertos árboles. Además, durante la época
de Navidad acostumbraban celebrar el nacimiento de Frey, Dios del Sol y la fertilidad,
adornando un árbol llamado Divino
Idrasil o “Árbol del Universo”.
8.- Desde hace siglos, el árbol ha sido símbolo de
la vida. Dice una la leyenda que en el siglo VIII un monje misionero inglés
llamado Winfred, derribó en lo que ahora es Alemania, un roble bajo cuya
sombra los nativos acostumbraban practicar sacrificios humanos. Años después,
en ese mismo lugar nació un hermoso pino por lo que Winfred decidió utilizarlo como símbolo del
cristianismo.
9.- Otros afirman que fue Martín Lutero quien “inventó” el árbol
de Navidad que conocemos hoy en día. Según la historia, una noche mientras
Lutero caminaba hacia su casa, admiró las estrellas que brillaban en las ramas
de los árboles cubiertos de nieve, lo cual le hizo recordar al instante la
estrella de Belén y lo inspiró a tallar un árbol, el cual colocó en su casa y
lo decoró con velas, nueces y manzanas representando así los dones y las
gracias que los hombres recibieron con el nacimiento de Jesucristo, nuestro
Salvador.
Samantha Aguilar