Sin lugar a dudas, las cosquillas son tanto un placer como una tortura y es que si pueden resultar incómodas, la realidad es que son muy divertidas pero… ¿por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos?
Un estudio pionero en España reveló que las cosquillas tienen mucho que ver con la mente y el sexo. Según este estudio, las cosquillas tienen un valor sexual ya que son 7 veces más probables con alguien del sexo opuesto.
Según estudios, resulta imposible hacernos cosquillas a nosotros mismos ya que éstas dependen de que exista cierto nervio y el autocontatco no resulta amenazante para nuestro cerebro. Dicho con palabras técnicas, cuando nos movemos el cerebelo provoca predicciones precisas de los movimientos de nuestro cuerpo, enviando una señal que suprime la actividad de la corteza somatosensorial, donde se procesan las sensaciones táctiles dando como resultado que cuando nos hacemos cosquillas a nosotros mismos, no sentimos las sensaciones con la misma intensidad que si nos las hace otra persona.
“Cuando es uno mismo el que se hace las cosquillas, uno tiene en su mente una predicción completa de lo que va a pasar en cada segundo, lo que va a sentir en esa parte del cuerpo y, por lo tanto, no hay ninguna sorpresa en ese movimiento. Pero si otra persona me hace lo mismo, no tengo ningún control ni ninguna predicción sobre esa acción, y eso resulta en cosquillas.” (Dr. Pedro Maldonado)
Samantha Aguilar